lunes, 28 de mayo de 2012

MADDONA


Siento la piel erizada. Me enredo el cabello entre mis dedos húmedos,mis lágrimas no cesaron anoche.
Acompaño mis movimientos con mi mirada.
Siento como me miro en el espejo oscurecido por la sombría luz que arropa mi hábitat.
Dulcemente empatizo con el ser del espejo, que ronronea como si de una gata se tratase.
Escucho su mirada, como me habla esa mirada brillante.
Serenamente intento comprenderla, intento acercarme poco a poco más a ella, intento que se calme sólo un poco.
La abrazo, la beso incluso, le digo que estoy con ella que no está sola.
Ella me cree, y me deja que la toque.
Yo extiendo mi brazo y toco el espejo.
Conecto con ella y la piel se vuelve a erizar... 
La canción me ayudó a encontrarla, la acercó a mí y a mí a ella.
 Le dije que me dejase tocar su suave y sedosa piel, para así por una noche no sentir como la luna llena llora.

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