martes, 26 de junio de 2012

Hace tiempo mi tarea era dar explicaciones a quien se las pedía.
Hace tiempo pensaba en dejarme llevar o no en determinadas situaciones.
Hace tiempo debía respetar a quien, creo que me respetaba.
Hace tiempo no era una, porque era dos.
Hace tiempo no escuchaba, porque oía.
No observaba porque miraba.
Tampoco saltaba sola, porque me ayudan empujándome.
Ni preparaba sola los desyunos.
Ni decidía que hacer en ese tiempo...

Quizá ese fue el problema, no decidir...
Por eso hace también un tiempo decidí,
Que me debía a mi misma decidir.
Y así lo hice: decidí decidir.
Y decidí que ya era el tiempo de cambiar.

Ahora no puedo volver a decidir sin necesitar decidir,
Ahora decido cuando me apetece,
No busco hacer daño decidiendo,
Busco ser sincera en este tiempo en el que decido.
Busco no tener que decidir encontarme con alguien,
Busco no tener que forzar la toma de decisiones,
Busco que las decisiones me elijan,
No busco tener que elegir decisiones,
No busco decidir nada.
Así que si alguna ves te preguntas qué busqué,
Es por que desde un principio no entendiste,
Que hace tiempo que no quiero buscar a nadie que me haga decidir,
Hace tiempo que no quiero deberle nada al tiempo.

Hace bastante tiempo...

Carmen Nieves Cobo

viernes, 22 de junio de 2012

El verano de 1991

Cuando todo cambia y del vacío nace un eco...
Pensé que las oportunidades había que aprovecharlas,
Pensé que la avaricia a veces puede romper el saco,
Pensé que había que arriesgar y sacrificar cosas,
También pensé que a veces la culpa es del que se deja someter...
Pensé muchas cosas que iban modificando mis pensamientos.
Ahora, aquel verano de 1991 había pasado a la historia,
aquel verano que siempre sería recordado.
Miré al horizonte y sonreí, luego volví ha hacerlo y lloré.

Cobarde yo,yo no soy cobarde.
Cobarde fuiste tu al dejar que yo fuese tan cobarde,
y acorbardarte sin hacer aquello que hace mucho tiempo debiste,
Debimos hacer. Porque no debimos ser cobardes.
Pero no lo olvides, yo no soy cobarde.
Yo aun sigo arriesgando como se arriesgó aquel verano de 1991.