domingo, 18 de diciembre de 2011

una pesadilla

Una vez comencé a desvariar demasiado...
Creí que estaba atrapada en un mundo subconsciente donde miles de sensaciones extrañas me perseguían casi sin dejarme respirar, yo corría y miraba a ese mundo que quedaba tras mi espalda por milésimas de segundos.
Corría, corría y saltaba como si fuese una boxeadora, pero tropezaba y manos negras comenzaban a expandir sus interminables dedos hacia mi cuerpo para hacerme daño. Tal era la desesperación por encontrarme atrapada en ese tormentoso mundo oscuro que mi agresividad aumentaba por momentos, comencé a gritar, a gritar hasta que mi yo del mundo consciente me escuchó.
Entonces entre todas esos dedos que me acosaban pude ver su cara, pude oír su voz, y pude correr de nuevo... Sin rumbo, seguí corriendo con las pocas fuerzas que me quedaban, estaba tan cansada...
Ya me desperté.
Hoy puedo recordar que todo eso fue real, y mi cuerpo sabe que esas sensaciones tan extrañas estuvieron en el.
Ahora respiro tranquila.

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