martes, 20 de diciembre de 2011

Si efectivamente queridos lectores que las personas tenemos ojos en la cara es algo evidente... Y que los usamos para cubrir las expectativas del sentido de la vista también es evidente... Miramos muchas cosas, miramos colores, objetos,animales, cuerpos, personas... Pero cuando se trata de personas y en especial personas que nos parecen atrayentes en cierto aspecto, el sentido de la vista y las miradas entran en contacto con otra parte de nosotros mismos.
Atrayentes, personas atrayentes que perversan las miradas de la humanidad, las llenan de deseos impuros, codiciosos, prohibidos, deshonestos, negros, furiosos, longevos, mortanes, sedientos, insaciados,insatisfechos,carnales, infrenables, irremebiables, locuaces, desmesurados... Que deseos tan indeseables.
Miradas con deseos placenteros y calumniosos.
Miradas que querrían dar gemidos por momentos impuntuales.
Miradas que quisieran salir de los subconscientes y dejar de reprimirse locamente.
Miradas que quisieran vagar por tus ojos a la velocidad de la luz.
Miradas que querrían permitir a mis demás sentidos funcionar, querrían permitir al gusto probar esos ojos a los que van dirigidas estas, mías, mis miradas. No solo esos ojos, querrían ser liberadas y permitirse besarte sin que importara a que océano miraran tus ojos.
A qué no notas mis pupilas dilatadas...

No hay comentarios:

Publicar un comentario