miércoles, 11 de enero de 2012

MARIPOSAS ASUSTADIZAS

Aquí, sentada, frente a ti, a solas como no… como bien el nombre de este blog indica, escribo, con un té nuevo que compré hoy, dos velas, una canción de Adele, un calefactor y la tenue luz de mi lamparita. No, no lo encendí aun, es pronto…
     Quisiera saber en qué línea de mi misma me encuentro, pero no se encontrarla hoy. Contigo una nube se apodera de mí cabeza, más bien de mi estómago. Y es que… Sí, lo afirmo aun siento mariposas dentro de mí… Mariposas… esos animalitos que son tan bonitos, alegres y vivos, de colores, que son simpáticos para todo el mundo. Hoy para mí las mariposas no son muy alegres que digamos, son como estrellas a punto de ser apagadas en la vía láctea. Si por mí fuera mantendría estas miles de mariposas simpáticas dentro de mí, las alimentaría día a día, pero hay ciertas mariposas que cuando las alejas de su país mueren, al quedar tan sumamente indefensas… Qué pena de esas mariposas abandonadas.
      Te quiero, es cierto, muy cierto… tan cierto como que te vas, sea como sea, sea con quien sea, aunque sea sin mí, te vas. Vuelas. Y podría encerrarte y quitarte el polvito mágico de las alas, pero no quiero. ¿He dicho no quiero? … no se siquiera si no quiero.
     Miles de pócimas buscaría para hechizarte… miles de flores para darte, miles de canciones tiernas para cantarte, miles de sorpresas con las que sorprenderte, miles de velas con las que hacer cada momento más especial de lo que solo tú puedes, podrías hacerlo, miles de vidas para estar a tu lado buscaría solo y solamente si tú me dejases y me otorgaras tu sonrisa verdadera, solo la más verdadera.
    ¿No puedo pedirte que te quedes? ¿No puedo? Lo hago igualmente, te lo pido: Quédate conmigo. No, me respondes. Y yo, lloro.
     Nadie muere por vaciar unas cuantas lágrimas saladas de dolor, nadie muere por eso, lo sabemos bien.  Y sí, echo de menos muchos, muchos de tus abrazos, y sí confieso ser débil cuando me los das, la verdad no se para que aferrarme a tus abrazos… Abrazos rotos, abrazos de amigos que nunca lo serán. Nunca, yo te quiero. Lo repetiré hasta que las lágrimas me ahoguen y no me dejen pronunciar una palabra. Triste pero cierto.
  ¿Luchar por ti? Un reto o una estupidez… soy estúpida o demasiado inteligente para ti. Me subestimas, lo sé, lo veo claro, que no soy capaz… que no puedo… no me atrevo… no se… no quiero… no sería posible sin… Me río, yo sí puedo. Tengo mucho que tú no tienes, tengo valor… No, no tengo valor. Te quiero.

Carmen.

No hay comentarios:

Publicar un comentario