miércoles, 20 de febrero de 2013

"Al son del Jazz caía su copa de cristal y en mil pedazos se desintegraba, mientras afuera en la acera un alma se tropezaba irrumpiendo en la galería. Hacía mucho tiempo que lo intuía, en su piel notaba como aquella sensación era certera, pero no abrió sus pulmones y no dejó a sus labios ni siquiera pronunciar un susurro que revelase lo que ni en sueños mencionó el subconsciente. Ella no le quiso. Enredó su marañado cabello alrededor de su corazón blando, lo enredó de tal modo que jamás podría volver a enredarlo porque el corazón expiró."
 Perdonar no significa volver a confiar